Revista Colegio

Las mejores propuestas educativas

El poder de la decisiones docentes



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Se estima que un docente toma unas 1500 decisiones tan solo en una jornada laboral.  Incluso hay estudios que afirman que los educadores deben tomar más decisiones en una clase que un neurocirujano durante una cirugía.

Débora Ball, de la Universidad de Michigan, afirma que los docentes toman un promedio de 20 decisiones en el lapso de un minuto y medio y alerta sobre la necesidad de que éstas no queden libradas al azar, ya que determinan la calidad de la enseñanza.

Como directivos somos responsables de las decisiones de nuestros docentes en el proceso de enseñanza- aprendizaje, entendiendo que éstas deben estar alineadas hacia los objetivos institucionales y enmarcadas en la visión, misión y valores de nuestra escuela.

El tema de las decisiones dentro del contexto educativo y su impacto en el aprendizaje me ha llevado a investigar y a descubrir especialistas de diversas disciplinas que han realizado grandes aportes que nos pueden ayudar a tomar mejores decisiones para garantizar aprendizajes potentes para todos nuestros estudiantes.

Quiero recomendarles especialmente el maravilloso libro “Pensar Rápido, Pensar Despacio” de Daniel Kahneman, Psicólogo y premio Nobel de Economía, en el cual expone su teoría sobre los dos sistemas de pensamiento que utilizamos a la hora de tomar decisiones:

El Sistema 1 es rápido, automático, no requiere esfuerzo por nuestra parte, es frecuente, emocional, estereotipado y subconsciente. Es el encargado de generar las intuiciones que nos sirven en la mayor parte de las tareas que realizamos, aunque no sirve para todas.

El Sistema 2, más nuevo en el cerebro humano, sin embargo, es más lento y requiere un mayor esfuerzo por nuestra parte. Su uso es menos frecuente. Es más lógico y racional que el Sistema 1, además de consciente. Su función es tomar decisiones finales después de observar y controlar las intuiciones surgidas a partir del Sistema 1.

De las 1500 decisiones que toma un docente en una clase, se calcula que el 97% se tomarán dentro del sistema 1 de pensamiento, es decir: de forma rápida e inconsciente.  Este tipo de decisiones, si bien efectivas por su celeridad para resolver, son las más proclives a errores y a la parcialidad.

¿Si sabemos que las decisiones tomadas dentro del sistema 2 tienen menos probabilidades de errores y son más lógicas e informadas, y por ende mejores para garantizar aprendizajes de calidad, cómo podemos incentivar a nuestros docentes a pasar del sistema 1 al 2?

La Dra Rhonda Bondie, profesora de la Escuela de Educación de la Universidad de Harvard, propone que los docentes analicen sus decisiones diarias y las escudriñen a la luz de su matriz de agilidad, tomándose un tiempo para pasar de esta forma al sistema 2 y pensar en profundidad sobre las elecciones realizadas y los motivos que las informaron.  Esto puede hacerse por ejemplo llevando un diario o “journal” diario o semanal o analizándolas en conversaciones de equipo. Como directivos podemos utilizar la matriz de la Dra Bondie a la hora de observar clases o tener reuniones de feedback individuales con docentes ya que nos sirve de guía para hacer preguntas que incentiven la reflexión y posterior plan de mejora.

Esta matriz está compuesta por cuatro palancas que sustentan, informan y a la vez limitan las decisiones del docente y que interactúan y cambian según el curso, la materia, el estado de ánimo de docentes y alumnos, el horario de la clase etc. Éstos cuatro ejes son: la autoconciencia (¿Quién soy? ¿Por qué estoy aquí? ¿Cómo me siento? ¿Qué siento con estos alumnos?), el conocimiento pedagógico (¿Con qué recursos didácticos cuento para dar la clase?), el conocimiento curricular (¿Sé el tema que debo desarrollar?), el conocimiento cultural (¿dónde sucede esta clase en particular? ¿Cuál es la cultura de esta escuela? ¿Qué características tienen mis alumnos?)

¡Las decisiones docentes tienen un gran poder para promover o no aprendizajes de calidad para todos nuestros estudiantes! La invitación entonces es a  detenemos,  a arbitrar los medios para pasar al sistema 2 y analizar en detalle qué estamos haciendo y por qué. La propuesta es que podamos reflexionar como comunidad educativa en la búsqueda individual y colectiva de mejora de nuestras decisiones educativas.

Lic. María Belén González M.


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