Revista Colegio

Las mejores propuestas educativas

Escuela Especial Hurlingham: 30 años compartiendo aprendizajes



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“Una escuela que se piensa y se vive, es una escuela que se transforma”

“Recibir es hacer sitio:

abrir un espacio en el que viene sin pretender

reducirlo a la lógica de nuestra casa”.

(Larrosa, 2000)

Hemos recibido la invitación para compartir un escrito en esta prestigiosa  revista, invitándonos a  re-visitar nuestras prácticas cotidianas y así, contarlas.

Somos parte de la comunidad educativa de la Escuela Especial Hurlingham, nuestra institución se fundó hace 30 años (este año estamos transitando este aniversario), cuyas premisas en esos tiempos eran de “Recuperación e Integración”.

En tiempos de inclusión estas premisas han sido modificadas (Educando en la Inclusión), y nos impulsan a llevar adelante una propuesta con una inserción social, educativa y laboral. Sostenidos desde otro paradigma, que se hace presente con otro eje teórico, pero sin renunciar a nuestra semilla fundacional que es que todos podemos aprender, que la escuela es un lugar de enseñanza, donde hay que ser mirado desde lo posible. Con el transcurrir del tiempo se fue transformando la idea de que había que “recuperar” a los estudiantes en situación de discapacidad, para pensar en el valor que tiene aprender y enseñar a todos y todas.

Este pequeño recorrido histórico permite establecer una mirada amplia, no solo de nuestra escuela, sino también hacer foco en los cambios de paradigmas por la que va pasando la educación,  los docentes, las familias y especialmente los estudiantes que habitan las escuelas.

En la actualidad nuestra escuela intenta alojar y darle un lugar de posibilidad a más de 230 estudiantes, los cuales algunos asisten a sede, otros hacen trayectorias en el nivel o hacen varias cosas a la vez, porque lo que se busca no son trayectorias lineales o convencionales, sino todo lo contrario, trayectorias individuales, construidas de forma artesanal, donde el tránsito tenga el valor constitutivo de proyectos ajustados a cada estudiante, porque entendemos que la escuela es un lugar para proyectar y concretar sueños. Al decir de Silvia Bleichmar (2008), “la escuela tiene que ser ante todo un espacio de recuperación de sueños. Somos responsables frente a los otros, a los recién llegados, a los por- venir”.

La escuela de modalidad especial asume el compromiso de hacer lugar, devolverle a los niños, niñas y jóvenes el lugar de estudiante, el lugar “común” de cualquier sujeto que habita una escuela. Tiene en cuenta sus necesidades particulares, tan sutiles como dar más tiempo para aprender,  brindar mayor acercamiento o mas distancia,  entre otras cosas. Nos convoca mirar estudiantes, que, muchas veces, son marcados desde un lugar de deficiencia, dificultad, necesidad, falta, obturando sus posibilidades de aprender. Cuando los recibimos en nuestra escuela o los acompañamos en el  nivel, nos encontramos siendo “curitas”, fortaleciendo a las familias y devolviéndole al estudiante posibilidad, confianza, autonomía, desarrollo.

Una vez que los estudiantes se asumen como aprendientes, surge el deseo de hacer, sostenido en la mirada confiada de un otro.

Las estrategias didácticas fueron variando durante estos treinta años, algunas se mantienen como parte de la cultura escolar  pizarrón,  tizas,  afiches, etc.), otras se suman a fuerza de leyes, capacitaciones, resistencias, buenos resultados, logros (Propuestas pedagógicas individuales, aprendizaje basado en proyectos, DUA, entre otras) y otras van entrando en metamorfosis: aquel material concreto tan necesario, en ocasiones toma la forma virtual. El ingreso de la tecnología hizo accesible el aprendizaje, permitió pensar en alfabetizaciones múltiples, la irrupción de la inteligencia artificial, aporta curiosidad, asombro, pregunta, cuestionamiento  al espacio áulico.

Quienes transitan nuestras aulas se van a encontrar con diferentes Proyectos que nos identifican: Proyecto solidario, Ferias de ciencias, de Arte, Trayectos curriculares compartidos con escuelas de la zona (TCC), ciclos de lectura, fotografía y cine; sumados a  los que pone en marcha cada docente con su pequeño grupo participando en ferias regionales y provinciales, Juegos bonaerenses y otros que incluyen a la comunidad.

En todas las áreas estamos comprometidos con el enseñar y el aprender, los estudiantes con proyecto de inclusión (inicial, primaria, secundaria), concurren a contraturno a nuestra escuela para trabajar con sus maestras aquellas configuraciones que fueron acordadas en la PPI de cada uno. En el nivel buscamos construir no solo las propuestas áulicas acordes para nuestros estudiantes incluídos, sino que pretendemos contagiar inclusión, que aprender sea para todos mas allá de la condición y en esa línea nos encontramos muchas veces con una colega “no especial” que contagia las prácticas y las socializa con entusiasmo. Si esto no se produce, seguimos buscando estrategias con equipos, directivos, docentes, profesionales, sin abandonar la idea de que debemos comprometernos todos en la educación de cada estudiante. En la sede de primaria se trabaja con los contenidos del diseño curricular en un turno y en el otro con los  campos de conocimiento que ofrece la propuesta curricular complementaria, de la cual participamos como experiencia piloto antes de su implementación. El Centro de Formación Integral (CFI), última instancia formativa de la escuela especial, aparece la formación técnica. La escuela cuenta con cinco orientaciones (carpintería, armado, indumentaria, gastronomía y servicios), todos los estudiantes antes de egresar realizan prácticas profesionales, con la ilusión de que están se conviertan en posibilidades reales de empleo competitivo o protegido.. Además, generamos articulaciones con CENS para que los alumnos realicen su secundario de adultos y culminen con un título de nivel, otros hacen trayectorias en Centros de Formación Profesional (CFP), para certificar aptitudes y actitudes en diferentes talleres de oficios.

Lo que se fue narrando en los párrafos anteriores, son algunas de las tantas cosas que se realizan en la escuela,  no buscamos una escuela quieta, buscamos una escuela movediza donde los chicos entren y salgan, que transiten diferentes experiencias de aprendizaje de acuerdo a su edad, intereses, posibilidades.  

A modo de cierre queremos abrir espacios de reflexión sobre el lugar de la escuela de modalidad especial, que deje de ser pensada como un lugar para los que no pueden o como un gueto que excluye, sino como una posibilidad que da el sistema educativo para aquellos estudiantes que requieren otras estrategias y sus propuestas respetuosas de sus tiempos y necesidades. La Escuela Especial es un espacio de inclusión, que respeta y  desarrolla el derecho a la educación.

Todos los días, como la mayoría de las escuelas del país izamos la bandera nacional intentando construir una escuela que aloje y enseñe a alojar, una enseñanza que recupere el valor de la curiosidad por aprender, en un ambiente libre de prejuicios y presiones que no tengan sentido. Eduquemos cuidando y cuidemos educando. Somos actores importantes en el entramado social, generemos prácticas sociales que conduzcan a construir ciudadanos que tengan la convivencia como base de la inclusión. Este es nuestro compromiso desde hace 30 años.

Norberto De Roia

Director Escuela Especial Hurlingham

General Martin de Güemes 1667 (Hurlingham)

Tel. 46650067

Escuelaespecialhurlingham94@gmail.com


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