La naturaleza como escenario pedagógico

El martes 30 de julio, en el Colegio Armonía de la localidad de Campana, la reconocida bióloga y educadora española Katia Hueso desarrolló el taller “La naturaleza como escenario pedagógico”, dirigido a profesionales de la educación de todos los niveles y especialistas en recreación.

Luego del cálido recibimiento brindado a la española Katia Hueso por Nora Taret (fundadora y líder de Armonia Bilingual School de Campana), se desarrolló el taller “La naturaleza como escenario pedagógico” con un nutrido auditorio de profesionales de la educación, especialistas en recreación y distintas personalidades interesadas en la temática. “Nos une la educación y nos conectan los desafíos de la escuela de hoy” dijo Nora en la apertura, dando la bienvenida a la oradora, a las autoridades de inspección invitadas y a los medios presentes.

“Es la primera vez que estoy en Buenos Aires y la verdad es que estoy fascinada” comenzó diciendo Katia, quien es una reconocida bióloga y educadora española, creadora del proyecto educativo “Saltamontes”, la primera escuela infantil al aire libre creada para niños de 3 a 6 años en España, y el proyecto “Naturaleza Inclusiva”, dirigido a familias con niños con discapacidad. Katia es embajadora del movimiento “Children of nature worldwide hand in hand” y una persona apasionadamente convencida del valor que aporta la educación en la naturaleza.

Entre sus definiciones más destacadas podemos señalar:

• “El proyecto Saltamontes se apoya en tres pilares fundamentales: el respeto, el juego libre y el medio natural. Respeto hacia el entorno, la naturaleza, hacia uno mismo y hacia los otros. El juego libre porque no hay aprendizaje sin emociones, sin desafíos y sin libertad que ejercite la creatividad y siempre en un medio natural porque no hay mejor maestro que la naturaleza. Debemos entender que somos naturaleza”.
• “Aprender de la naturaleza y entenderla como un lugar donde habitar, respetar y conectar, quererla como si fuese un segundo hogar, donde poder jugar libremente, porque el juego es como el amor: es libre o no es genuino. Debemos compartir espacios de juego libre para fomentar la creatividad y desarrollar los sentidos con libertad. En la naturaleza no hay géneros, ni etiquetas, siempre hay algo que aprender, siendo un escenario propicio para enfrentar nuestros miedos y dificultades, nos ayuda a tomar decisiones y darnos cuenta de la importancia de superar las frustraciones, resolver situaciones inesperadas y valorar la observación”.
• “Entre los beneficios más relevantes de educar en la naturaleza podemos señalar los beneficios para el desarrollo cognitivo (que son transversales) y los beneficios emocionales, para la salud física y mental y también los beneficios para el ambiente y el planeta, que nos inspiran para una vida sostenible, porque debemos entender que somos naturaleza y que debemos valorarla”.
• “La educación en la naturaleza es mucho más que ‘salir ahí fuera’. Aprovechar bien el ambiente exterior con fines educativos, de salud y bienestar, requiere de una visión de conjunto que es necesario conocer. Tan importante es estar al aire libre, como la comprensión de las bases pedagógicas y biológicas de la salida, la preparación de la actividad y el análisis de lo que sucede en ella”.

En la próxima edición de la revista COLEGIO podrán disfrutar la entrevista completa a Katia Hueso, autora de varios libros como “Educar en la naturaleza. Mejores personas para un planeta mejor”, quien entiende que la educación en la naturaleza no solo debe ser una parte del currículo, sino algo transversal, que trascienda incluso las instituciones educativas y comience en cada hogar. “Porque no hay mejor herencia para dejar a nuestros hijos que la de un mundo mejor”.

Nota: Marcelo Rivera

Fotos: Esteban Tomeo