Cómo diseñar espacios que se adapten a las nuevas pedagogías

En la actualidad nos llegan muchas consultas relacionadas a cómo transformar los espacios académicos para poder adaptarlos a las nuevas formas de enseñanza.

En este artículo les mostraremos cuales son nuestros principales lineamientos para el diseño y les presentaremos un ejemplo real de cómo lo aplicamos en un colegio.

Para nosotros, uno de los principios clave en el diseño de espacios educativos es la flexibilidad. Si pensamos que los espacios ya están construidos y que es muy difícil cambiar o adaptar su uso, estamos limitando nuestras posibilidades. El mobiliario puede y debe ofrecer la posibilidad de adaptar rápidamente el entorno a las necesidades cambiantes de quienes lo usan. Las aulas pueden transformarse fácilmente de configuraciones tradicionales de filas de pupitres a espacios de trabajo colaborativos o áreas de discusión.

Ciertos elementos, como ruedas, manijas de agarre o diferentes accesorios, ayudan a que la flexibilidad sea más asequible.

La creación de espacios que reflejen las nuevas filosofías educativas, como el enfoque centrado en el estudiante y la promoción de la autonomía, permite a los estudiantes participar más activamente en su propio proceso de aprendizaje, mejorando así su experiencia.

Otra de las cualidades fundamentales es la versatilidad que también se extiende al uso del espacio. Los espacios multifuncionales que pueden servir como aulas tradicionales, salas de conferencias o áreas de trabajo en equipo, fomentan la creatividad y la innovación. Además, la capacidad de reconfigurar el espacio les permite a los educadores experimentar con diferentes metodologías pedagógicas, desde la enseñanza basada en proyectos hasta el aprendizaje cooperativo.

En relación a este punto fue que un colegio llegó a nosotros para pedir asesoramiento sobre un espacio en particular, para saber cómo aprovecharlo al máximo.

En la institución tienen un espacio de usos múltiples no muy grande y necesitan acondicionarlo para que sea funcional a las diferentes materias especiales que ahí se dictan. Inicialmente ellos consideraron una mesa plegable que fuera fácil de mover o achicar, o pizarras móviles que sirvieran de divisores de área, pero, considerando las verdaderas funciones del aula, descubrimos otras posibilidades.

Para que no sea el clásico pupitre de caño que va y viene, rediseñamos nuestro pupitre en 3 tamaños y alturas, que fueran compactables y fácilmente trasladables con ruedas. De esa manera la visibilidad de los alumnos es mejor ya que no se tapan entre sí. Cuando no los necesitan se juntan uno debajo del otro y no ocupan mucho lugar, quedando despejada la mayoría del aula para las sillas.  

Estos pupitres están diseñados con las puntas en ángulo y cantos redondeados, para poder configurar espacios de trabajo más colaborativos y seguros.

Las sillas también tendrían diferentes alturas para que, sin necesidad de los escritorios, se pudiera formar un “auditorio” con mejor acústica y visual para todos los participantes

Este es uno de varios ejemplos de asesorías que hemos realizado a diferentes instituciones que buscan adaptar y mejorar la calidad pedagógica de sus espacios.

Es muy importante considerar a estas adaptaciones como un proceso a mediano/largo plazo. En ZUNI sabemos que implica un diseño consciente en donde todas las partes implicadas (directivos, docentes y alumnos) pueden tomar parte y opinión y los guiamos en todo el camino hasta su ejecución. El presupuesto suele ser un gran factor para demorar estos cambios, pero si se planea en etapas y con criterio, puede llevarse a cabo paulatinamente y con gran éxito.

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