Revista Colegio

Las mejores propuestas educativas

Conectando las Ideas del IFE Conference 2024 con la realidad de nuestras escuelas



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Los días 23, 24 y 25 de enero estuve presente en “IFE Conference 2024. Educación en la era de la inteligencia artificial” en la ciudad de Monterrey, como asistente y como ponente. Como asistente, mi estado fue de disponibilidad máxima para aprender y atender a las tendencias en Educación que serán faro en 2024 y seguramente en los próximos años. Mi escucha crítica estuvo al servicio de pensar en cómo articular las ideas y experiencias que se presentaron mayoritariamente sobre el Nivel Superior para innovar estratégicamente en “nuestras escuelas reales”.

Algunas ideas claves

Las relaciones entre educación, economía, mundo laboral, ética e inteligencia artificial fueron un común denominador entre las diferentes conferencias magistrales.

Apoyados en datos que hicieron públicos, gran parte de los oradores se refirieron a la necesidad de formar/nos por competencias tanto para poder convivir con la inteligencia artificial generativa como para tener más chances de resultar empleables, porque, al fin y al cabo, como se mencionó recurrentemente, eso es necesario para disminuir la pobreza. A propósito de esto último, me resultó sumamente interesante que tanto Juan Pablo Murra como José Escamilla plantearan que si bien la IA acabará (¿acabó?) con la necesidad de determinados oficios y profesiones, también ofrecerá algunas oportunidades a las poblaciones más vulnerables. Escamilla mencionó, a modo de ejemplo, que podría suplir la falta de apoyo familiar y de referentes sociales para una persona perteneciente a un sector vulnerable que quisiera generar un emprendimiento, y no contara con otras personas instruidas en su entorno que pudieran asesorarla y brindarle asistencia. En ese caso la IA generativa podría funcionar como un tutor o coach personal.

Se puso énfasis además en cómo transformar la educación universitaria para que, en vez de ofrecer carreras de 4, 5, 7 años, ofrezca la oportunidad de seguir aprendiendo toda la vida. En ese marco se presentaron experiencias a partir de la oferta de credenciales y micro credenciales ofrecidas por universidades representadas en el

evento, que complementan la propuesta académica tradicional ofreciendo un servicio de certificación de competencias para avanzar en distintos momentos del plan de desarrollo profesional y/o laboral.

Las alianzas o consorcios, como las llamaron, potencian la propuesta educativa de cada una de ellas y permiten la internacionalización de los estudios y de la consecuente empleabilidad. Juan Pablo Murra en nombre del TEC, más los rectores de universidades de Finlandia y de Hong Kong presentaron el detalle del trabajo que están haciendo a partir del consorcio que integran. En cuanto a cuál será la tendencia en este tipo de consorcios, anticiparon que será una plataforma educativa común para las universidades aliadas como entorno ciber físico de aprendizaje, pues

“inevitablemente la educación será soportada por la tecnología” para abaratar costos y sortear obstáculos de tiempo y espacio, cambiando la experiencia de aprendizaje a distancia por aprendizaje en línea inmersivo”.

Rosen Lufkin, profesora de Diseño Centrado en el Alumno en UCL Knowledge Lab de Londres, durante su presentación ofreció tres lentes para pensar la IA: adaptabilidad, automatización y personalización. También realizó una comparación entre la inteligencia artificial y la inteligencia humana haciendo un llamado a “desarrollar una inteligencia humana que nos permita llevar la delantera a la inteligencia artificial, y para eso no debemos abandonar la memoria, la metacognición ni la emoción que da contexto humano a las relaciones humanas, cosa que la IA, al momento, no logra”.

En uno de los edificios de los campus reservados para experimentar con IA, expuse mi rostro al reconocimiento facial, que en ese caso estaba al servicio de detectar qué tan dispuesta estaba yo a aprender. ¡La IA detectó que lo estaba! ¿Me hacía falta para saberlo? Claramente no, pero reconozco que el escaneo me generó expectativa porque, en definitiva, me daría espejo. Pasé al siguiente sector. Ahora que sabían que estaba dispuesta a aprender, quienes coordinaban la demostración, me advirtieron que me pasarían un breve video. Luego de sentarme en la silla universitaria, miré un televisor ubicado al frente que a su vez tenía una camarita que me apuntaba. Durante la proyección del video, que fue muy breve, por momentos me reí, en otros momentos me inquieté. Al finalizar, me mostraron la pantalla destinada al docente. Le aparecía un gráfico que le indicaba en qué momento del video me aburrí, me alegré, sentí miedo, entre tantas emociones y sentimiento que podía seleccionar simplemente tildando la que quisiera identificar como común a todos los estudiantes que hubieran visto el video.

¿Necesita un buen docente de la IA para identificar qué les generó a sus alumnos el video, si los divirtió, los aburrió, los inquietó o los motivó? . Adivino que están pensando que no, que podrían saberlo por simple observación o preguntándoles. ¿Pero qué pasaría si incluyéramos en nuestras clases videos curados previamente con este tipo de inteligencia artificial? ¿Cuánto más asertivos podríamos ser según lo que quisiéramos provocar?

De la clase dada por profesores holográficos disfruté del ambiente inmersivo que se generó y de la explicación acerca de las ventajas de contar con espacios ciber físicos para facilitar el encuentro de especialistas de distintas partes del mundo al servicio de los estudiantes.

Me interesó mucho conocer el trabajo de producción detrás de una clase con profesores holográficos. Estaba a cargo de un experimentado operador televisivo con más de 20 años de trayectoria. Cuando me contó eso pensé inmediatamente en contárselos, a mi regreso, a los profesores que enseñan en el Bachillerato de Comunicación que dirijo y a mis alumnos. ¡Hay futuro profesional si muere la TV!.

También recordé la letra de la canción de Jorge Drexler que dice “nada se pierde, todo se transforma”. ¿Estamos transformándonos quienes trabajamos en educación para ser capaces de enseñar a los alumnos a aprender a transformarse durante toda la vida? ¿Cómo se enseña eso?

Para mi sorpresa, teniendo en cuenta que tanto los expositores como el público del IFE conference 2024 representaban a distintos países y distintos escenarios educativos, no faltó quien preguntara qué tan motivados estaban los docentes para trabajar usando IA. La respuesta más escuchada fue “creemos que falta mucho por hacer, estamos en proceso”. ¡Balde de agua fría para mí! Si quienes lideran tendencias educativas contando con conocimientos, generando alianzas estratégicas, disponiendo de recursos económicos y de estructuras de armado de gestión para hacer avanzar esas tendencias, no logran motivar del todo a los docentes para que se sientan llamados a liderar esos escenarios innovadores que deben ser las aulas o cualquier equivalente en el que se busque impactar en los estudiantes, ¡qué queda para el resto de los mortales!

Ahí va mi respuesta predecible e irrenunciable: la gestión de la innovación de la escuela por parte de los equipos directivos.

Quienes sean directivos instituciones educativas, conociendo las tendencias y las posibilidades que ofrece la IA aplicada a educación, tienen que ser capaces de decidir estratégicamente qué es transferible y/o adaptable a las características de su comunidad y sirve para resolver qué problema y o acelerar qué cambio para aportar

valor a la propuesta académica y formativa, no sólo de los estudiantes, sino de los propios docentes. A eso sigue la gestión del “¿cómo?”

¿Qué podemos hacer en nuestras escuelas aprovechando que tenemos todo un ciclo lectivo por delante para trasladar algunas de las ideas claves a nuestros escenarios?

  1. Popularizar entre el personal docente, directivo y alumnos el uso del chat GPT. Es bueno (siempre nos responde con cortesía), bonito (lo personalizamos a gusto personal) y barato (gratuito, le podemos asignar tantos roles como asesores expertos necesitemos). Permite ahorrar tiempo. Favorece la indagación. El armado de prompt exige cierto nivel de metacognición, resolución de problemas y toma de decisiones.

Ejemplos concretos del uso del chat GPT:

  1. Si somos docentes, podemos contar con su asistencia para armar planificaciones mensuales, trimestrales, cuatrimestrales o anuales si así lo deseamos, que incluyan proyectos, actividades, rúbricas de evaluación, propuestas de evaluación, adecuaciones curriculares más todas las variables que necesitemos según la escuela en la que estemos trabajando, por ejemplo, la visión específica, los objetivos específicos y todo aquello que hace a su proyecto educativo particular.
    1. : Enseñar a los alumnos a usar el chat GPT y otras herramientas de IA generativa con sentido crítico para la toma de decisiones (los estaríamos formando en competencias) y bajo la lupa de la mirada de la ética. También como tutor virtual.
    1. Si somos directivos: además de saber cómo usar el chat como lo usarían los docentes para poder asesorarlos y acompañarlos, podemos usar el chat para que, en cuestión de segundos, arme un plan de supervisión cuatrimestral o anual a la medida de nuestra institución incluyendo las rúbricas de supervisión del trabajo docente, del logro de objetivos institucionales y de todo aquello que tengamos en agenda. También le podemos pedir que nos organice la agenda para que podamos cumplir con el plan de supervisión administrando el tiempo de trabajo para cumplir con las múltiples actividades.
  • Si la escuela no puede ofrecer experiencias inmersivas a los alumnos por falta de equipamiento tecnológico, se pueden planificar para ellos salidas educativas a muestras, fundaciones o centros que sí las ofrecen para que vivan la experiencia.
  • Para ofrecer a los alumnos una experiencia similar a la de internacionalización que expusieron los consorcios de universidades en el IFE Conference 2024, se puede generar un proyecto de trabajo colaborativo con otra escuela de otro país en torno a una problemática común o un tópico de interés común compartiendo la misma plataforma, las mismas aulas digitales con banco de contenidos comunes y trabajo colegiado de evaluación y feedback por parte de los docentes de ambos países.
  • Se pueden hacer alianzas con otras instituciones para trabajar en Secundaria y para ofrecer a egresados de la Escuela Secundaria micro credenciales.
  • Incluir herramientas que usan IA para personalizar el aprendizaje, muchas de ellas son de acceso gratuito.

En resumen, debemos estar atentos a las tendencias y abiertos a la innovación preparándonos para adaptarnos a los cambios que trae consigo la inteligencia artificial en el ámbito educativo.

Se les suele pedir a los docentes que se transformen para poder transformar la manera de dar clases para lograr una educación de calidad, pero es tarea de los equipos de conducción transformarse para incorporar en su agenda de gestión el armado de una estrategia que haga posible “aterrizar” esas tendencias en el escenario real de la escuela que lideran, modelando el “cómo”.

Lic. Verónica Caputi

Especialista en Educación y Tecnología (FLACSO). Directora de Innovación del Instituto Victoria Ocampo


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