“Líderes descalzos con los pies en la tierra y la mirada en el horizonte”

Columna 1: “EL PLAN B: Co creando la Escuela Ágil”

La disrupción de la pandemia puso a las instituciones educativas en un estado de crisis y alerta que despertó en algunas sus mejores talentos, los cuales las llevaron no solo a sobrevivir sino a prosperar durante y después de pasada la tormenta. Lamentablemente al mismo tiempo puso a otras escuelas en una situación de debilidad que dejó al desnudo sus peores defectos, no pudiendo sortear con éxito los desafíos que tuvieron que enfrentar.

¿Qué distingue a las escuelas que descollaron de aquellas que sucumbieron o simplemente sobrevivieron ante la crisis acontecida?

Para dar respuesta a esa pregunta, me parece oportuno citar a Sir Ken Robinson cuando dice que toda experiencia de aprendizaje gira en torno a dos figuras fundamentales: el aprendiz y el educador, pero lo que diferencia a las escuelas extraordinarias del resto es que cuentan con líderes que ejercen la dirección con pasión y con visión de futuro.

Estarán de acuerdo conmigo si afirmo que es el directivo ese elemento distintivo que puede llevar a un centro educativo a lo más alto. 

Me pregunto entonces ¿Qué tipo de líderes se necesitan para dirigir las escuelas ágiles que no solo funcionen, sino que progresen en medio de un mundo en constante cambio?

• Líderes de pies descalzos: empáticos y humanos, que puedan quitarse sus zapatos para ponerse en los de los demás, que se liberen de sus propios egos, prejuicios y preconceptos para así comprender de verdad a las personas que integran sus equipos, escuchándolos de forma asertiva, conociendo sus necesidades y conteniéndolos. Que puedan construir entornos de confianza y transparencia donde cada uno logre ser su mejor versión.

• Líderes con los pies en la tierra: con valores sólidos, enraizados en firmes creencias que los guíen en sus acciones, que lideren con el ejemplo y la coherencia entre el decir y el hacer. Líderes con pensamiento positivo y apoyo firme en una realidad escolar de la cual tengan profundo conocimiento.

• Líderes con la mirada en el horizonte: con un claro sentido de propósito y visión movilizadora consensuado y compartido por la comunidad. Líderes que puedan ver el bosque más allá del árbol, estando siempre alertas al contexto macro: a  las últimas tendencias y oportunidades para responder con celeridad a las nuevas necesidades, anticiparse e innovar.

Para desarrollar este tipo de liderazgo educativo, quiero recomendarte dos libros: Samurai, el que lidera sirviendo de Enric Lladó y El jardinero en la empresa. Como ser un  líder coach de César Piqueras, los cuales a través de un relato ameno y repleto de analogías y ejemplos tanto de la filosofía Samurái como de la jardinería, te guiarán en un rico proceso de reflexión y análisis de tus propias prácticas.

Asumimos como directivos el enorme desafío de gestionar y liderar nuestras escuelas, es por ello que pensar nuestra tarea desde un enfoque de servicio a los demás, nos ayudará a estar mejor preparados, porque como dice la filosofía Samurái: “los dioses bendicen a los más dotados en la cuna, pero en el campo de batalla a los más preparados”.

A sacarnos los zapatos entonces para comenzar a caminar la senda de un liderazgo empático, enraizado en firmes valores, con propósito y clara visión de la mano de nuestros equipos para garantizar aprendizajes de calidad para todos en escuelas extraordinarias.

Lic. María Belén González Milbrandt