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Innovación y Diseño al Servicio de la Educación: Entrevista con Santiago Gandolfo, Fundador de ZUNI



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En el corazón de la Patagonia, en El Bolsón, Río Negro, nació Santiago Gandolfo, un diseñador industrial cuya pasión por la innovación y el diseño lo ha llevado a fundar ZUNI, una empresa que busca revolucionar el mobiliario educativo en Argentina. Gandolfo, quien se crió en Córdoba y completó sus estudios en Mar del Plata, ha trabajado en diversas áreas del diseño, desde la industria náutica hasta el mobiliario rotomoldeado. En 2013, uno de sus diseños de kayak ganó el prestigioso Concurso Innovar, marcando el inicio de una carrera llena de proyectos.

A partir de 2019, ZUNI comenzó a incursionar en el ámbito educativo, creando mobiliario pensado específicamente para colegios. En esta entrevista, Gandolfo nos comparte su visión y los desafíos que ha enfrentado al integrar el diseño con las necesidades educativas actuales.

¿Qué llevó a ZUNI a incursionar en el ámbito educativo?

“Fue un colegio el que nos testeó con una sala de usos múltiples para trabajo creativo. Alguien percibió un potencial distinto en nuestra tecnología y sistemas de armado, y así descubrimos que nuestros diseños también eran aptos para la industria educativa. Incorporamos materiales poco usuales en mobiliario escolar, como el OSB, y sistemas de encastre y ruedas en varios productos. Tras una prueba exitosa, expandimos nuestro trabajo a más áreas del colegio, incluyendo armarios y escritorios para docentes, pupitres y gradas.

Las ruedas en los pupitres y otros elementos de mobiliario nos permitieron experimentar con la movilidad y la flexibilidad en el aula,” explica Santiago. “Esto es fundamental en un entorno educativo donde la configuración del espacio puede cambiar según la actividad que se realice. En tres aulas hicimos una prueba especial de pupitres con ruedas, junto con un sistema de trabajo colaborativo para un aula de robótica y un aula de arte. Aunque hubo que ajustar algunas cosas en el trayecto, verificamos que era un método muy bueno para comenzar en el sector educativo y tener productos especiales que cubrieran todo el espectro de necesidades que se presentan.”

¿Cuál es su principal inspiración en el diseño educativo?

“Las metodologías educativas con impronta en el equipamiento como Montessori donde todo está diseñado para promover la independencia y la autonomía de los niños son una gran fuente de inspiración. El espacio es ordenado y estéticamente atractivo, con materiales educativos accesibles y adaptados a las necesidades de los estudiantes.

A su vez, está la enseñanza Waldorf con décadas de experiencia en mobiliario educativo. Suelen tener espacios diseñados para proporcionar un ambiente acogedor y estimulante para los niños. Se presta especial atención a los materiales naturales, como maderas y telas. También me inspiro en el funcionamiento de los niños y el juego, como el sistema LEGO. Nuestros armarios y baúles, por ejemplo, tienen un agujero enorme como bisagra, muy similar a las puertitas de Lego.”

Santiago Gandolfo menciona a Rosan Bosch como una de sus principales influencias, destacando cómo la diseñadora ha transformado los ambientes educativos con un enfoque centrado en la creatividad y la interacción. Bosch es conocida por sus diseños innovadores que desafían la disposición tradicional del aula, promoviendo entornos que estimulan la curiosidad y el aprendizaje activo. Gandolfo ha adoptado esta filosofía, incorporando elementos lúdicos y funcionales en sus diseños.

¿Cuáles fueron las principales necesidades encontradas en el ámbito académico?

“Principalmente, la falta de estandarización y la dificultad de mantenimiento de los muebles tradicionales. Observé que las aulas, con configuraciones típicas de hace 100 años, no se adaptan a las necesidades actuales. Propongo soluciones que permiten mover fácilmente los pupitres y escritorios, vinculando mobiliario con tecnología y teorías pedagógicas modernas. En Latinoamérica, y especialmente en Argentina, existe una necesidad de innovación que actualmente se busca en el extranjero.”

La propuesta de ZUNI para superar estos desafíos incluye la introducción de mobiliario con piezas intercambiables y sistemas de encastre que hacen posible la reparación periódica o mantenimiento de cada mueble sin tener que descartarlo. La exclusión de piezas metálicas en muchos casos logra estándares de sustentabilidad muy superiores.

¿Cuál es el proceso de estudio de un nuevo proyecto y sus principales factores de análisis?

El proceso de estudio de un nuevo proyecto en ZUNI comienza con una evaluación detallada del espacio, similar a un proyecto de interiorismo. Este enfoque integral permite a Santiago y su equipo comprender las necesidades específicas del entorno y de sus usuarios. “Primero buscamos las funcionalidades del espacio; si es una sala de usos comunes, un comedor, una sala de profesores, un aula clásica, un aula de ciencias o un aula de robótica. Luego los usuarios: cantidad, edades y estatura promedio. Finalmente la parte más técnica: el tamaño, la luz natural, los ingresos, iluminación y ventilación,” explica Gandolfo.

La parte intangible del proyecto, como el espíritu de la institución y la identidad visual, también juega un papel crucial. “Nos aseguramos de que cada espacio no solo sea funcional, sino que también refleje la identidad y los valores de la institución”, añade Santiago. “Esto incluye desde los colores y materiales utilizados hasta el diseño de los muebles y la disposición del espacio. Queremos que cada aula sea un lugar donde los estudiantes se sientan inspirados y conectados con su entorno.”

¿Cuáles son los principales desafíos del rubro y sus posibles soluciones?

El rubro del diseño de mobiliario educativo enfrenta varios desafíos, siendo uno de los más significativos la necesidad de adaptación a las pedagogías modernas. Este cambio no solo afecta a los planes de estudio y métodos de enseñanza, sino también a la infraestructura y el equipamiento de las escuelas. “Cuando el cambio es muy grande y drástico, son inversiones que hay que hacer con mucho análisis y sentido de ahorro”, comenta Gandolfo. “Los sistemas de vanguardia a veces tienen problemas de adaptación porque no es fácil voltear paredes y hacer grandes modificaciones estructurales.”

En este contexto, la flexibilidad y la modularidad del equipamiento se convierten en soluciones clave. “Las aulas clásicas se pueden adaptar a nuevos sistemas mediante el uso de equipamiento flexible y modular, como escritorios, sillas, paneles divisores de ambiente y paneles amortiguadores de sonido,” explica Gandolfo. “También es importante considerar el bienestar que producen detalles como la iluminación y la ventilación adecuada del espacio. Con estas soluciones, es posible transformar un aula tradicional en un espacio dinámico y adaptable a los métodos de enseñanza y nuevas exigencias de los padres, que los colegios están implementando en los últimos años, todo a un costo razonable.”

¿Qué alcance debe tener un proyecto para que se justifique la inversión?

Santiago Gandolfo destaca que cualquier proyecto puede ser viable, siempre y cuando se planifique con una perspectiva de largo plazo. “Las inversiones en equipamiento de este tipo se proyectan para una amortización de 10 años,” explica. “Aunque haya que hacer algunos pequeños ajustes o arreglos, casi todos los materiales que usamos, como la madera y el MDF con melamina, son muy duraderos y pueden soportar el uso diario en un entorno escolar.”

La efectividad de la inversión se maximiza cuando se aborda un entorno completo, en lugar de centrarse en un solo mueble. “La inversión es más efectiva cuando se trata de un entorno completo, no necesariamente un colegio entero, sino un aula o un sector donde todo lo que funciona ahí dentro está vinculado y tiene un esquema funcional propio,” dice Gandolfo. “Cuando uno pone un único mueble, puede ser lindo por la estética, pero no genera un aporte significativo en el área sistémica de una institución. Un sistema completo de mobiliario genera mayores beneficios, multiplicando las ventajas de un entorno funcional y cohesivo.”

Gandolfo también menciona la posibilidad de realizar los proyectos en etapas, lo cual puede ser una estrategia viable para instituciones con restricciones presupuestarias. “Un proyecto puede hacerse en etapas, comenzando con un área específica y expandiéndose gradualmente a otras partes de la institución,” sugiere. “Esto permite distribuir la inversión a lo largo del tiempo y evaluar los resultados en cada fase antes de proceder con la siguiente. De esta manera, las instituciones pueden implementar cambios significativos sin comprometer su estabilidad financiera.”

¿Cuáles son los próximos pasos para ZUNI y su visión a futuro en el ámbito educativo?

Santiago Gandolfo se muestra optimista y entusiasmado con el futuro de ZUNI. “Nuestro objetivo es seguir innovando y expandiendo nuestra presencia en el ámbito educativo, tanto a nivel nacional como internacional. Estamos trabajando en nuevas líneas de productos que integren aún más la tecnología y el diseño para adaptarse a las necesidades cambiantes de las escuelas en proceso de innovación. También queremos fortalecer nuestras colaboraciones con instituciones educativas y expertos en pedagogía para asegurarnos de que nuestros diseños sigan siendo relevantes y efectivos.”

“En el futuro, aspiramos a que ZUNI se convierta en un referente global en el diseño de mobiliario educativo, creando espacios que no solo sean funcionales y flexibles, sino que también inspiren y motiven a los estudiantes y docentes. La educación está en constante evolución, y nuestro compromiso es estar siempre a la vanguardia, ofreciendo soluciones innovadoras que contribuyan al desarrollo y bienestar de las nuevas generaciones.”

Con esta visión clara y ambiciosa, ZUNI se prepara para seguir revolucionando el entorno educativo, llevando su filosofía de diseño y funcionalidad a nuevas alturas.


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