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Miopía en época de clases



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El 80 % del aprendizaje en el aula es presencial y la miopía infantil está aumentando en prevalencia y gravedad. Llega la época del año en que los padres se ocupen de comprar libros, lápices y cuadernos. Sin embargo, un factor clave en el éxito de un niño en el colegio no está la lista escolar: sino en su visión.

Se prevé que en 2050 la mitad de la población mundial será miope. Y en el caso de los más chicos, la prevalencia de miopía se doblará del 10% al 20%, un aumento que se le atribuye sobre todo al uso excesivo de pantallas. Es cierto que el uso excesivo de dispositivos es un factor de riesgo en la aparición de miopía en niños, pero lo más peligroso no son las pantallas sino cómo y cuánto se usan. La Dra. Maria Marta Galan, coordinadora del evento Focus On Myopia organizado por Novar, explica que “la miopía no tiene una sola causa, sino que es una enfermedad “multifactorial. Aparece cuando se suman varios factores de riesgo”. Un factor con mucho peso es la genética; si los padres tienen miopía, es más probable que los niños tengan también. Pero otros factores están relacionados a cómo usan la visión en el día a día. 

Miopía y pantallas

Varios estudios relacionan el uso excesivo de dispositivos con el aumento de miopía en niños. Pero el problema es cómo se utilizan las pantallas. Cuando los niños usan dispositivos como el celular o la tablet la vista enfoca a muy pocos centímetros, algo que no sucede con la televisión, por ejemplo.  Cuando los niños pasan muchas horas delante de pantallas todos los días, con el paso de los meses y los años, los ojos tienden a elongarse hacia atrás, lo que deriva en miopía.

Por otra parte, las pantallas suelen usarse en espacios interiores oscuros y eso significa tiempo que los chicos no pasan en el exterior, algo clave para el crecimiento del ojo y evitar la miopía. Se suma a que muchas veces en el colegio usan pantallas y también cuando hacen los deberes en casa.

La importancia de las actividades al aire libre para evitar la miopía en niños también se ha visto con el impacto de la pandemia de COVID-19. Con la pandemia los niños han salido menos a la calle y han aumentado su uso de las pantallas significativamente, y ya se están viendo los efectos en un aumento de la miopía. Según especialistas, el mayor problema no es la visión borrosa en sí, sino los peligros a los que puede derivar. Por eso, lo importante es frenar su progresión y evitar que se convierta en miopía patológica.

Muchas veces el primer llamado de atención lo hace la maestra en el colegio, que le avisa a los padres que el niño o la niña no ve bien el pizarrón. ¿Y cómo se evidencia esto? Puede ser porque el alumno lo manifiesta, o en los más chicos de edad, por dificultades en el rendimiento escolar. Por esa razón, antes del ingreso a la escuela primaria -es decir entre los 5 y 6 años- las escuelas solicitan a los padres que presenten un certificado de agudeza visual, que debería repetirse año a año.

Evitar miopías en niños: menos pantalla y “al menos dos horas diarias” al aire libre 

Para evitar la progresión de la miopía, por su parte el especialista Dr. Leonardo Fernández Irigaray, también organizador de Focus On Myopia con Novar, recomienda reducir el uso de pantallas en los niños, pero que esto se traduzca en más actividad al aire libre. Pero también recomienda otro tipo de hábitos:

  • Descansar cada 20 minutos de los dispositivos digitales
  • Asegurar una distancia de al menos 30cm. entre los ojos y la pantalla
  • Realizar actividades al aire libre con luz natural al menos dos horas por día
  • Activar el modo oscuro en las pantallas para leer texto sobre fondo negro
  • Aumentar el tamaño del texto
  • Quitar los dispositivos al menos dos horas antes de acostarse
  • Verificar tener un nivel suficiente de luminosidad en ambientes internos

Apps para cuidados parentales

Hoy existen aplicaciones para que los padres puedan optimizar el uso de las pantallas en cuanto a distancia, iluminación y tiempo. Un ejemplo es Planoapp la aplicación de control parental para administrar el uso del dispositivo y el tiempo de pantalla de los niños. Se centra en proteger la salud ocular y reducir los factores de riesgo asociados con la miopía. Otra propuesta es la de Miopia.app, que ayuda a controlar el tiempo diario con pantallas en base a recomendaciones científicas.

Nueva generación de lentes para evitar la progresión de la miopía

Durante el congreso sobre Miopía que se realizó en julio de 2023 en Buenos Aires, los especialistas presentaron una nueva generación de lentes, que no solo sirven para ver mejor, sino que evitan la progresión de la miopía de modo que ésta no llegue a valores altos. Los anteojos convencionales solo solucionan el problema de la miopía y no están diseñados para controlarla, por lo que su uso sería similar a tratar un síntoma y no la enfermedad de base. Pero gracias a la persistente investigación de profesionales argentinos y la tecnología de Novar hoy se encuentran en el mercado dos nuevas lentes.

Una de ellas, llamada Myofix, especialmente diseñada para ralentizar la progresión de la miopía en niños. Estas nuevas lentes ayudan a frenar la progresión de la miopía cuando se comparan con los lentes tradicionales. Y por otro lado, están las lentes Myolens, para cualquier persona miope que necesite una solución adaptada a sus necesidades visuales específicas “Estamos ante un cambio de paradigma: el de la corrección y tratamiento simultáneo de la miopía escolar y juvenil, anteojos que corrijan el defecto de la visión lejana, pero al mismo tiempo no permitan la progresión de la miopía”, comenta Abel Szeps, oftalmólogo e investigador en control de miopía, MN 114860 y consultor de Novar. “Los anteojos para control de la progresión de miopía ya son una realidad que impide la respuesta hacia la elongación y progresión en la miopía escolar, gracias a un emborronamiento o desenfoque periférico”, agrega.

El Don Quijote de las aulas

Cuando un niño o niña presenta problemas de rendimiento escolar que tienen un origen visual, es bueno saber que existen estrategias para aplicar en las aulas que pueden contribuir a minimizar estos problemas. La clave es adaptar el espacio del aula para facilitar el aprendizaje de los niños y algunas de estas estrategias permiten abordar problemas visuales sin modificar lo que se enseña en clase.

Julián Bernatene es profesor de arte de más de 120 alumnos de diferentes colegios y desde el año 2014 asumió una riesgosa cruzada: sacar los celulares de las aulas. “Desde que se levantó la prohibición de usar celulares durante las clases, las aulas se volvieron un caos”, comenta Julián. “Desde hace casi 10 años me propuse sacar los celulares de las aulas invitando a los chicos a dejar sus dispositivos en una cajita antes de entrar a la clase”, agrega. Cuenta que de sus más de 120 alumnos el 99% lleva celular a la clase y que en su mayoría aceptan positivamente su propuesta.

La iniciativa del artista y profesor comenzó cuando empezó a notar el bajo rendimiento de sus alumnos durante las clases. “El impacto negativo que tiene el uso de los celulares en forma irrestricta en el rendimiento y la atención de los chicos es sumamente notorio. Un indicador de esto fue cuando me di cuenta que en el año solo llegaban a hacer 10 trabajos prácticos, cuando realmente deberían llegar a completar 30 trabajos”, resalta.

Actualmente Bernatene está llevando adelante una investigación con más de 700 alumnos y más de 70 docentes de colegios como el Instituto Fundador Francisco de Merlo, Colegio Elvira Sullivan, Escuela Bachillerato N° 19 de San Antonio de Padua, Instituto San Vicente Palloti, entre otros, para conocer la relación que los alumnos y los profesores tienen con el celular y las pantallas y si son conscientes del impacto que tienen en la salud.


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