Revista Colegio

Las mejores propuestas educativas

Carl Honoré, el líder del Slow Movement en el Planetario de Bs. As.



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¿Cómo te definirías Carl? ¿cómo un fértil periodista o un escritor exitoso?
Diría que soy un canadiense curioso. Me encanta cuestionar, investigar, aprender. Quiero entender cómo funciona el mundo para mejorarlo
-¿Qué es el “edadismo”?
Vivimos en un mundo marinado en el culto a la juventud en el cual envejecer se siente como una maldición, en el cual ser mayor de edad puede significar sentirse excluido. A mi juicio ha llegado el momento de hacer visibles estas creencias y dejar de aceptarlas.
El culto a la juventud nos hace daño. A todos nos hace sentir mal envejecer, a punto tal que mentimos, por ejemplo, nuestra edad en el trabajo (el mayor ejemplo son las redes sociales). Este culto también divide a las generaciones en el momento en qué más necesitamos estar juntos para crear un mundo mejor con mayores oportunidades para todos, para enfrentar los desafíos y problemas épicos que enfrenta la humanidad.
El “edadismo” es una idea tóxica con respecto al envejecimiento que venera la juventud “per se” y denigra el envejecimiento.
Pensemos en todos los caminos sin recorrer, todas las puertas sin abrir, por culpa de una voz interior y un susurro exterior nos dice: “estoy viejo para esto…”.
Muchos de los estereotipos que llevamos dentro sobre el envejecimiento están impuestos y son equivocados. Esto ha sido un gran aprendizaje para mi y fuente de investigación desde que, jugando un campeonato de hockey, me dí cuenta que era el jugador más viejo del torneo. Entonces a partir de allí me cuestioné y me hice mil preguntas reflexionando sobre el tema del edadismo. Personalmente me encanta cuestionar, investigar, aprender. Quiero entender siempre cómo funciona el mundo para mejorarlo. Desde ese momento me saqué la mochila del culto a la juventud.
Cuando eres honesto con tu edad te liberas, sos el dueño de tu vida, la vives a tu manera.
-¿Las redes sociales fomentan el “edadismo”?
Las redes sociales son una gran herramienta. Obviamente, algunas cuentas en las redes fomentan el edadismo, algunas a propósito, otras sin querer. Pero cada vez más gente está usando las redes para luchar contra el edadismo y desacreditar el culto a la juventud.
A mi me conmueve cuando alguna persona se muestra simplemente, enamorándose a cualquier edad, emprendiendo a los 50 ó 60 años, aprendiendo idiomas a los 70, haciendo política, corriendo maratones, haciendo documentales increíbles y luchando contra el cambio climático.
-¿Con qué red empatizas o es tu preferida?
Instagram es mi preferida. Me gusta la mezcla de imágenes y texto.
-¿Qué aprendiste en la pandemia?
“La pandemia, a mi juicio, ha sido el mayor experimento de lentitud que el mundo haya visto. Creo que mucha gente aprendió la importancia de ralentizar, de hacer menos, de reflexionar y leer más, de vivir más plenamente, de cuidarse a sí mismo, de cuidar a los demás, de conectar con los otros, de valorar la naturaleza, el trabajo, su hogar, sus espacios, etc.
-¿Porqué creés que en la educación se le da tan poca importancia al movimiento?
No hay nada más importante que la educación. Es la piedra angular de todo. Y compartir ideas para mejorarla es rendirle un gran servicio al mundo.
Una parte de la culpa quizás la tenga René Descartes. Él nos legó la idea del dualismo: que la mente y el cuerpo son dos cosas totalmente distintas y separadas. Al estar muy enfocada en el desarrollo intelectual y cognitivo, la educación tiende a olvidarse del cuerpo. Figura también el culto a la productividad. Queremos que la educación prepare a los chicos para el mercado laboral. Y, hoy por hoy, cada vez menos trabajos dependen de la fuerza física.
Siempre habrá desacuerdos entre las generaciones. Pero en un mundo de tanta longevidad las generaciones tendrán que aprender a vivir juntas, y lo harán, porque somos infinitamente mejores cuando nos mezclamos con gente de diversas edades. Somos más sanos, más felices, más productivos, más creativos. Somos más humanos.
-¿Cómo explicarle a los jóvenes (y a los no tanto) las ventajas de ralentizar?
Explicar las ventajas no hace nada. Los jóvenes, los reacios, los escépticos, tienen que experimentarlas. Yo siempre le sugiero a la gente que arme pequeños proyectos pilotos. Una semana apagando el celular dos horas al día, por ejemplo. O diez minutos de meditación. O pasar tiempo cada día en la naturaleza. Y luego ver cómo le fue.
Es cuando experimentamos las ventajas de ralentizar que empezamos a cuestionar el paradigma de la prisa.
-El movimiento Slow es una revolución contracultural? podría denominarse una filosofía de vida? ¿Qué es para vos?
El movimiento Slow es una revolución cultural contra la idea de que más rápido siempre es mejor. Ahora bien, no soy un fundamentalista de la lentitud y no me refiero a hacer todo a paso de tortuga, lo que es absurdo. La filosofía Slow implica hacerlo a la velocidad adecuada, “a tempo giusto” como dicen los músicos, saboreando las horas y los minutos en lugar de contarlos. Es privilegiar la calidad en vez de la cantidad; es decir, hacerlo lo mejor posible en vez de hacerlas lo más rápidamente posible. En definitiva, se trata de hacer las cosas con calma, calidad.
En el fondo, sí, ¡es una filosofía de vida!
-Coincidimos en que el culto a la juventud divide a las generaciones, pero ¿no es un poco inevitable que las culturas emergentes sean impulsadas por jóvenes y que la relación entre generaciones sea compleja? ¿Cómo podríamos tender un puente entre ellas?
Siempre habrá desacuerdos entre las generaciones. Pero un mundo de tanto longevidad las generaciones tendrán que aprender a vivir juntas. Y lo harán. Porque somos infinitamente mejores cuando mezclamos con gente de diversas edades. Somos más sanos, más felices, más productivos, más creativos. Somos más humanos. Un primer paso es crear programas y iniciativas que fomenten el contacto multigeneracional en las empresas, los colegios, los espacios sociales.
-La prisa promueve la huida de uno mismo. La lentitud promueve el encuentro con uno mismo. Por eso mucha gente durante la pandemia empezó a lidiar con con esas grandes preguntas: ¿Quién soy? ¿Qué es lo que realmente me importa? ¿Cómo puedo ser un mejor amigo, padre, pareja, jefe, vecino, empleado, ciudadano?
Para mí, personalmente, la pandemia subrayó el hecho de que el mundo es un lugar mejor cuando todos nos cuidamos. O, como dice el viejo proverbio: “Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado”.
-¿Cuánto hace que no vienes a la Argentina? ¿Qué te motiva a visitarnos?
La última fue en el 2018. A mis veinte, viví casi tres años en Argentina y me marcó profundamente. Aprendí mucho, crecí mucho y disfruté mucho. Conservo recuerdos muy hermosos de aquella época y vuelvo siempre que pueda!
-¿Qué reflexión te merece que nuestra revista haya cumplido 100 ediciones siendo siempre totalmente gratuita?

No hay nada más importante que la educación. Es la piedra angular de todo. Y compartir ideas para mejorarla es rendirle un gran servicio al mundo.
¡Enhorabuena revistacolegio!

SOBRE EL V CONGRESO DE EDUCACIÓN Y DESARROLLO

Phygital es un concepto que nace en el siglo 21 y que, de forma específica, hace referencia a la presencia de una misma persona en el mundo físico como en el mundo digital. La experiencia Phygital busca la unión de las dos realidades desde diferentes perspectivas, interrelacionando experiencias en el mundo físico y online, integrando de la mejor manera posible ambos entornos que ya forman parte de nuestra realidad. Nuestro anclaje propone unir y valorar la experiencia presencial de la educación, sus valores y el aprendizaje mediado por tecnologías en el mundo digital.

INSCRIPCIONES AQUÍ

Oradores:

CARL HONORÉ

ALEJANDRA MUSTAKIS

TOMÁS GIOVANETTI

MANUEL PAZ

NICOLÁS SCHERZER

SEAN SUMMER

GABRIELA OLIVAN

Organizan:

JUAN MARÍA SEGURA

MARCELO RIVERA

Informes e inscripción: info@revistacolegio.com

Fecha: 3 de noviembre

Lugar: Auditorio del Planetario de Bs. As. (Palermo, CABA)


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