Educar el talento tanto en niños como jóvenes es una tarea que va más allá de los conocimientos. Es un compromiso profundo con el desarrollo integral de las personas que liderarán el futuro. Como Coach especialista en esta área y como terapeuta de muchísimos jóvenes en los últimos 8 años, he ido observando cómo a medida que pasa el tiempo la desregulación emocional y el anafalbetismo del autoconcepto se incrementa. ¡Sabemos cuáles son las deficiencias y sus soluciones… entonces pongámoslas en práctica!
Es tan frustrante ver como chicos con el “supuesto” de su potencial se pierden en el jardín de morfeo atrapados por la melatonina y sus pocos deseos de ver en quién se quieren convertir. Y cuando analizo esto me pregunto: ¿Estamos los adultos preparados para educarlos en sus habilidades? Mientras piensas en tu respuesta, te invito a saber los beneficios que existen detrás de la educación del talento:
1. Incrementa el Autoestima y la confianza: descubrir y desarrollar talentos nos brinda un sentido de logro y autoestima. A medida que dominan nuevas habilidades, ganan confianza en sí mismos, lo que es fundamental para la salud emocional y para la prevención del suicidio, consumo de drogas, autoflagelo etc.
2. Identidad y Autoconocimiento: A través de la educación del talento, los adolescentes exploran sus intereses y pasiones. Esto les ayuda a desarrollar una comprensión más profunda de quienes son, lo que contribuye a una identidad sólida y un sentido de propósito. Las crisis comunes de cualquier ser humano son transitadas con mayores herramientas y en menos tiempo, considerando esto una evolución en su emocionalidad mayor a la de otros chicos.
3. Reduce el estrés y la ansiedad: Enfocarse en actividades que apasionan y en las que se destacan puede ser una vía efectiva para reducir el estrés y la ansiedad. La inmersión en el aprendizaje y la práctica de talentos proporciona un escape saludable de las tensiones y conflictos cotidianos.
4. Resiliencia: Educar el talento implica enfrentar desafíos y superar obstáculos. Los jóvenes aprender a ser resilientes y a lidiar con el fracaso y los errores de manera constructiva, empiezan a sentirlo realmente como una oportunidad de crecimiento.
5. Autorregulación: En los procesos de educación del talento que he implementado en jóvenes, es esta habilidad una de las más extraordinarias en su desarrollo, ya que grandes problemas existen con la gestión de tiempos, la atención plena a objetivos y la capacidad de concentración, problemática permanente no solo para ellos sino para miles de profesores que no saben ya qué hacer con las estrategias educativas para que sea atractivo y llamen su atención. Pues bien, la atracción viene desde un impulso inicial interno del estudiante. Educar la autorregulación mediante el talento incrementa el impulso a la curiosidad y/o a la perseverancia obteniendo un incremento también la perseverancia y el abandono o llamativa disminución de la procrastinación.
6. Movilizar el sentido sano del logro: Está bien ser competitivo. Y lo está también cuando el enfoque es desde mi individualidad de saber qué es lo que quiero mejorar porque quisiera avanzar o desarrollar cierto objetivo.
Realmente sentir la capacidad de logro y percibir tus pulsaciones internas por tus propios deseos es realmente increíble. Sales de la morgue personal y comienzas a vivir conscientemente de tus pasiones y procesos.
En conclusión, nuestros niños y jóvenes viven una de las eras más complejas para el desarrollo del ser humano: El miedo, la incertidumbre, el descontento, la violencia, la carencia emocional, lo que cuesta la vida y muchos otros factores forman en ellos la poca capacidad del auto concepto del talento. Y mal creemos que como ellos lo tienen todo, no tienen nada que perder. Por el contrario, todo lo que tienen, lo pueden perder. Y lo saben, la pregunta es: ¿Les importa?
Educarlos en el talento como padres, proyectos educativos y profesores es futuro para el mundo: futuro para el hoy, un futuro próspero para ellos y para nosotros.
Haz que tu día cuente.
Giancarla Marisio es Directora Academia América por la Educación Emocional, Fundadora del Proyecto Almando, especializada en Familias y Educación, Fundadora y Directora Ejecutiva Transfórmate Spa (Chile).
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