Según la Metropolitan Life Insurance en un estudio revelado recientemente, el 75% de los directivos educativos siente que su trabajo se ha tornado muy complejo, y la mitad de ellos admite sentirse bajo grandes niveles de estrés la mayor parte del tiempo. A su vez, el porcentaje de directivos que está satisfecho con su trabajo ha bajado del 68 al 59.
Tal como lo plantea Michael Fullan en su libro “The Principal”, las responsabilidades de quien desempeña el rol directivo se han incrementado a pasos agigantados en los últimos años, haciendo que los niveles de estrés aumenten exponencialmente, llevando a situaciones de burnout en muchos casos.
¿Qué es el burnout y cómo nos afecta?
Los especialistas Maslach y Jackson definen El Síndrome de Burnout como una respuesta al estrés laboral crónico, integrado por actitudes y sentimientos negativos hacia las personas con las que se trabaja (actitudes de despersonalización), al propio rol profesional (falta de realización profesional en el trabajo), y también por la vivencia de encontrarse emocionalmente agotado.
A principios de este año, la OMS reveló la nueva Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE-11), que incluye al burnout en la categoría de padecimiento laboral.
Existen diferentes escalas o sistemas de medida para detectar el desgaste profesional. La más utilizada es la escala de Maslach o Maslach Burnout Inventory (MBI), que está constituida por 22 ítems en forma de afirmaciones sobre los sentimientos y actitudes del profesional respecto a su trabajo, el entorno laboral y sus compañeros.
Elsa Punset, escritora y divulgadora especialista en inteligencia emocional, afirma que “Cuando nos sentimos estresados o quemados, nuestros organismos reaccionan con un mecanismo instintivo de huida o agresión (fly or fight) porque tenemos un cerebro programado ante todo para sobrevivir. Pero ese mecanismo natural de estrés nos afecta y desgasta excesivamente”.
El periodista y economista Sebastián Campanario, en su último libro publicado este año “El Futuro del Bienestar: Ideas, Hábitos e Innovación para vivir más y mejor” nos invita a la reflexión sobre la importancia de las ciencias del bienestar: “Un primer motor clave en la nueva revolución del bienestar tiene que ver con un contraste con la zona de turbulencias vivida en tiempos reciente: volver a sentirse bien y cuidarse, dada la conciencia de fragilidad que trajo la pandemia. Para muchos expertos, el período 2020-2030 será la década de las ciencias de la vida”.
Diversos estudios demuestran que el bienestar del líder de una organización impacta directamente en el clima institucional. Un directivo educativo que “está bien”: que disfruta de su trabajo y contagia entusiasmo, se comunica asertivamente, se relaciona con su comunidad de forma empática y se encuentra en un estado emocional equilibrado y positivo hará de su escuela un lugar en el que enseñar y aprender serán vividos con alegría y tranquilidad.
Sabemos que el bienestar es una habilidad, es decir que se puede entrenar y aprender. Depende de nosotros reducir el impacto del estrés en nuestra vida diaria, es por eso que hace un tiempo diseñé una matriz que me ayuda a planificar mi semana siguiendo un esquema de “no negociables” que garantizan el equilibrio físico y mental necesario para dar lo mejor.
Nuestro Bien-estar y las actividades diarias que lo promuevan deben pasar a ser claves en nuestra agenda, por eso te propongo que tengas una cita diaria con vos utilizando la matriz SESA:
Sueño o descanso: al menos ocho horas diarias.
Ejercicio físico y espiritual: que nos mantenga en movimiento y conectados con nosotros mismos en el aquí y el ahora, para segregar dopamina, serotonina y endorfina.
Socialización: para mejorar nuestro estado de ánimo y mantener nuestro cerebro social activo.
Alimentación: siguiendo la premisa de que somos lo que comemos, planificar nuestra alimentación incluyendo alimentos sanos y reales.
Te invito a leer “El Mundo en tus Manos” de Elsa Punset y “El Futuro del Bienestar” de Sebastián Campanario, ambos maravillosas guías en nuestro camino de búsqueda de nuestro bien-estar para encontrar nuestro tan deseado y necesario equilibrio y calidad de vida para vivir mejor.
Lic. María Belén González M.
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