La Realidad Virtual cambia el futuro de la Educación

En 2007, hace apenas 16 años, conocimos el primer iPhone. Más allá de ser solo un teléfono, fue creado como un dispositivo inteligente, innovador y revolucionario debido a su interfaz táctil, facilidad de uso y capacidad para navegar por Internet y ejecutar aplicaciones de terceros para uso masivo. Aunque no fue el primer teléfono inteligente, sí fue uno de los desarrollos tecnológicos que, en muy poco tiempo, revolucionó la forma en que accedemos y consumimos información, y que, sobre todo, ha impactado en la forma en que interactuamos.
Apple acaba de anunciar que lanzará su nuevo headset de realidad virtual (VR por sus siglas en inglés) para 2024, el Apple Vision Pro. Aunque no es el primer headset de realidad aumentada, la atención y publicidad que recibirá generará un cambio importante, sobre todo si tenemos en cuenta la rapidez con que la inteligencia artificial está entrando en nuestro mundo. El uso de un headset de cartón o uno tan sofisticado como el de META o Apple tendrá un impacto enorme, sobre todo en la educación.
Actualmente, en algunos salones vemos que la realidad virtual puede ofrecer experiencias inmersivas y accesibles sin la necesidad de salir del aula. Por ejemplo, a través de Robotlab, un programa de expediciones educativas en VR, los estudiantes pueden experimentar viajes virtuales a diferentes lugares del mundo y épocas históricas. Pueden explorar museos, parques naturales, sitios arqueológicos y mucho más. En estas experiencias, los estudiantes no son pasivos, pueden moverse y explorar cada entorno, caminar por antiguas ruinas, nadar en arrecifes de coral o incluso explorar el espacio exterior. Con esta plataforma, un profesor puede fomentar el aprendizaje activo y la participación física, lo que facilita una experiencia educativa más memorable y significativa.
Imaginemos que un grupo de estudiantes de una escuela en un área rural o de recursos limitados desea aprender sobre la antigua civilización egipcia. Un viaje a Egipto para ellos sería costoso y posiblemente logísticamente difícil. Un libro limitaría su aprendizaje a unas cuantas imágenes. En cambio, a través de la realidad virtual, los estudiantes podrían explorar las pirámides, el Nilo y los tesoros arqueológicos sin salir de su aula. Al usar la realidad virtual, interactuarían con los entornos virtuales, hacer preguntas en tiempo real y obtener una experiencia educativa inmersiva sin los obstáculos que conlleva un viaje presencial.
Las experiencias educativas en VR también pueden ser utilizadas para aprender ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM). Por ejemplo, ZSpace ofrece, junto con la capacidad de crear realidad aumentada, la posibilidad de que los estudiantes interactúen con objetos y modelos virtuales como si fueran tangibles. Imagínate manipular moléculas, explorar el sistema solar, desmontar dispositivos electrónicos y participar en simulaciones prácticas de experimentos científicos complejos que serían imposibles o muy costosos de llevar a cada salón de clases. Este enfoque de interacción y movimiento no solo facilitará la comprensión de conceptos abstractos sino que también desarrollará habilidades prácticas y destrezas motoras en los estudiantes.
Si lo analizamos bien, este dispositivo nos ofrece visualizar una nueva frontera en la educación al incorporar experiencias inmersivas que, de otra manera, los estudiantes no tendrían la oportunidad de vivir debido a los límites físicos del aula. La VR ofrece un aprendizaje experiencial, al pasar de lecciones que solo leen texto o ven imágenes a interactuar con el contenido de forma virtual, lo que logrará que adquieran una comprensión más profunda y duradera de los conceptos que están estudiando.
La VR puede fomentar un aprendizaje multi-sensorial, lo cual es fundamental para el desarrollo cognitivo de los estudiantes al involucrar varios sentidos. Para estudiantes en su educación inicial, la VR podría llevarlos a conocer diferentes especies de animales o sumergirse en el fondo del océano para estimular su curiosidad y creatividad, permitiendo que los niños aprendan a través del juego. Este aprendizaje mejorará la retención y comprensión de la información al ser aprendices activos, moviéndose, explorando y generando un entusiasmo en la curiosidad de aprender, en lugar de sólo ser espectadores. Por ejemplo, “Classroom Aquatic” es un juego de realidad virtual donde en un aula submarina, los estudiantes deben moverse físicamente, resolver acertijos y utilizar diferentes estrategias para completar sus tareas académicas. La premisa del juego puede parecer lúdica, pero fomenta la resolución de problemas y el pensamiento rápido mientras se integra el movimiento físico como parte integral de la experiencia de aprendizaje.
La VR es una herramienta para poder explicar múltiples materias del currículo, desde entender el sistema solar en la materia de ciencias hasta explorar lugares históricos. Asimismo, experimentar realidades diferentes, como hacer una inmersión para entender regiones en conflicto, especies en peligro de extinción o el impacto del cambio climático, fomentando la empatía y la comprensión, desarrollando una mentalidad global y una apreciación por la diversidad.
Estoy de acuerdo en que hoy pensamos que la VR también tiene muchos limitantes. La alta demanda de ancho de banda para transmitir contenido de realidad virtual es un obstáculo para escuelas con conexiones limitadas. Sin embargo, con el desarrollo de tecnologías de red más avanzadas, como el despliegue de redes 5G y la expansión de la banda ancha, se espera que estos problemas de conectividad se resuelvan en el futuro cercano. El costo de las aplicaciones y los dispositivos parece hoy inalcanzable. Pero la historia nos demuestra, con el iPhone de hace 16 años, que la VR es una tecnología en constante evolución y su futuro en la educación es altamente prometedor.
Muchas empresas y gobiernos están invirtiendo fuertemente en VR, lo que asegura que habrá un flujo constante de nuevo contenido educativo disponible. Tú y yo, que estamos viendo todo esto, nos queda adentrarnos a experimentar, intercambiar ideas y, por supuesto, participar en foros y conferencias como “Evolving Education” que compartirá lo mejor de las tecnologías en educación en el mundo.