Los chicos de “Manos de la Cava” viajaron a conocer el mar. La fundación realiza un viaje similar cada año para cumplir los sueños de niños y adolescentes.
SUEÑO CUMPLIDO
“Cuando trabajamos para el prójimo y nos ponemos del otro lado vamos descubriendo sentimientos y emociones que nos presentan las diversas maneras de ver la vida.
Pensar un proyecto inclusivo donde niños y niñas de escasos recursos puedan proyectarse y sentir que existe un futuro mejor, sostenido en el tiempo, y donde los sueños se hagan realidad, es ponerle mucha garra y empuje. Luego, poder concretarlo es sumamente satisfactorio y la felicidad es incomparable.
Esta aventura comienza con la insistente acción del equipo de Fundrising de la ONG Manos de la Cava, quien asiste a más de 800 personas entre ellas niños y niñas de 0 a 18 años, adolescentes y adultos; familias completas que se forman a través de los proyectos que tiene la fundación como deportes, educación, talleres, apoyo escolar, comedor y centro de primera infancia.
El dia 25 de febrero comenzó a concretarse el sueño ¨Vamos a conocer el mar¨
30 niños (el protocolo no permitió más) partieron rumbo a La Lucila del Mar con la ilusión en la mochila, la ansiedad a flor de piel y el aporte de las familias y los sponsors arriba del micro.
El viaje se hizo realidad y la expectativa crecía minuto a minuto, junto a la imaginación de los chicos que pensaban en una prolongación del riachuelo.
La llegada fue nocturna y dormir cada uno en su cama el primer desafío.
Desayunar temprano sin tener otro objetivo que correr hasta la playa fue suficiente para que nadie se quedará en la casa.
¡Allá vamos!
Nada fue igual al ver esas caritas brillar y esas corridas hacia la orilla, tocar el agua, zambullirse en las olas y tragar arena.
¡Es salado! ¡Pensé que era redondo! ¡Gracias por traerme! ¡Puedo dormir solo! ¡Es como un viaje de egresados! ¡Quiero traer a mis hermanos! ¡Tiene espuma! Mi abuela me conto cómo era … y así siguieron las frases durante toda la jornada
¡El clima nos acompañó maravillosamente para que todas las actividades programadas (días de playa, cabalgatas, tardes de castillos y pozos de arena, palas, rastrillos y baldes de colores por la orilla; recuento de almejas y campeonato de barrenadas; salidas al centro a los jueguitos y a tomar un helado por grupos) salieran como queríamos.
NIÑOS SIENDO NIÑOS Y FELICES
Tanto para los profesores que acompañaron a los chicos como para todo el staff de la Fundación, éste fue un viaje muy movilizador, de transformación, ya que la pandemia había dejado un año muy desesperanzador y no sabíamos si podíamos cumplir el sueño.
Gracias a todos los que lo hicieron posible: empresas, amigos, familias… ¡Hasta el próximo sueño!
Andrea Rivera, voluntaria Manos de la Cava
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