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Murió Ken Robinson, el educador que aseguraba que “las escuelas matan la creatividad”

Ken Robinson murió a los 70 años tras enfrentar un cáncer. Foto: Sebastiaan ter Burg / flickr

Ken Robinson murió a los 70 años tras enfrentar un cáncer. Foto: Sebastiaan ter Burg / flickr



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El educador y conferencista británico Ken Robinson murió el viernes 21 de agosto a los 70 años, tras luchar contra el cáncer y luego de dedicar su vida a advertir que el sistema educativo de prácticamente todo el mundo es una lamentable máquina de destruir la creatividad de los niños. Una charla TED lo volvió famoso en el año 2006 y ya superó los 66 millones de reproducciones.

Desde 1985 Sir Ken Robinson fue director del proyecto ”The Arts in Schools Project”, que apuntaba a mejorar la enseñanza de las artes en los colegios británicos. En 1989 se convirtió en profesor de educación artística y portavoz en la Universidad de Warwick hasta el año 2001.

Durante sus últimos años, trabajo como profesor emérito de la Universidad y realizó una conferencia titulada ”Las escuelas matan la creatividad”.

Desde el blog oficial de TED enviaron sus condolencias a la familia y comunicaron la triste noticia: ‘‘Sir Ken murió el 21 de agosto de 2020, después de una vida extraordinaria como uno de los principales pensadores del mundo en creatividad e innovación, Ken criticó los sistemas educativos contemporáneos, creía que los estudiantes educados se convertirían en buenos trabajadores en lugar de pensadores creativos”.

Robinson alcanzó el grado de doctor por la Universidad de Londres a los 31 años con un trabajo sobre la utilidad del teatro dentro del sistema educativo. Defendía con pasión la importancia de las artes en un sistema educativo que considera como asignaturas menores a disciplinas como la música, el teatro y la danza.

En 1998, el Gobierno de Tony Blair le abrió las puertas y se mostró dispuesto a escucharlo. Luego de aquella oportunidad nació el llamado ‘Informe Robinson’ y que finalmente destiló en su sensacional conferencia del 2006, resume el sitio español El Periódico.

Allí cuenta, a modo de anécdota, la historia de una nena que al fondo de la clase dibuja en una hoja de papel. La profesora le pregunta qué es y ella le dice que es un retrato de Dios. La profesora agrega que nadie sabe qué aspecto tiene Dios. “Lo sabrán dentro de un minuto”, responde la pequeña. De las parábolas, como ésta que contaba Robinson en la charla TED, se suele extraer una lección, o varias. La primera es que los niños arriesgan, no tiene miedo de equivocarse. De infundir ese temor ya se encargará con los años la escuela y, mucho más, la primera empresa para la que trabajen. La segunda, que, como dijo Picasso, todos los chicos nacen artistas. La tercera lección, y principal preocupación de Robinson, es que el sistema educativo no está concebido para las inteligencias que salen del carril previsto.

Robinson decía en 2006 que el sistema educativo actual nació para satisfacer las necesidades de la industrialización, y ha degenerado en una simple fábrica de producir profesores universitarios, como si fueran la cúspide la evolución humana, tipos para los que sus cuerpos solo son vehículos con los que transportar sus cerebros de una reunión a otra. Así lo expresaba el reconocido conferencista. Las matemáticas y las lenguas, y jamás la danza o el teatro, son la razón de ser de las actuales escuelas. Invitaba a su audiencia en TED a observar a un grupo de profesores universitarios en una discoteca.

Robinson fue considerado un experto en asuntos relacionados con la creatividad, la calidad de la enseñanza, la innovación y los recursos humanos. Debido a la relevancia de su actividad en los campos mencionados, especialmente en relación con la necesidad de incorporar clases de arte al currículum escolar, fue nombrado sir por la reina de Inglaterra, Isabel II en 2003.

Durante su carrera no sólo sirvió al gobierno británico, sino que también trabajó, por ejemplo, para la Comisión Europea, el gobierno de Hong Kong y Singapur, e incluso para el Instituto de Artes Paul McCartney.

En su libro “Escuelas Creativas”, Robinson, junto a Lou Arónica explicó que la educación tiene cuatro objetivos fundamentales: personal, cultural, social y económico, agregando: “la finalidad de la educación es capacitar a los alumnos para que comprendan el mundo que les rodea y conozcan sus talentos naturales con el objeto de que puedan realizarse como individuos y convertirse en individuos activos y compasivos”.


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