Revista Colegio

Las mejores propuestas educativas

Educar mentes curiosas en tiempos de pandemia



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La reconocida bióloga y Doctora en Educación Melina Furman participó del V Congreso de Coaching Educativo y Neuroeducación “La nueva matrix educativa”, donde brindó la charla “Educar mentes curiosas en tiempos de pandemia”. Entre otros interesantes conceptos, destacó que “la motivación es la chispa del aprendizaje” y por eso “la necesitamos más que nunca”.

“Volver a convocar nuestro entusiasmo por enseñar, y sobre todo por aprender, es uno de los tesoros que seguimos buscando quienes nos dedicamos a la educación. La curiosidad es el gran motor de cualquier aprendizaje y como educadores debemos seguir potenciándola para que no se muera nunca, para que los estudiantes sostengan encendida desde el nivel inicial hasta la vida adulta”, destacó Melina Furman, quien comenzó su rica exposición con una frase de Celestín Freinet, reconocido pedagogo francés (uno de los fundadores del movimiento escuela nueva de principios del siglo 20), quien decía: `Enseñar sin motivación es como intentar dar de beber a un caballo que no tiene sed´. ¿Qué podemos hacer nosotros para que esa llama sagrada no se apague nunca?”, interrogó la especialista en educación en su ponencia.

“Existen dos grandes tipos de motivación: la intrínseca, que viene de adentro, y la extrínseca, que tiene que ver con la expectativa o el temor a algo malo que nos pueda pasar. Voy a enfocarme en el primero, en cómo hacer para despertar esa sed más genuina, algo que queremos que acompañe a los estudiantes durante toda la vida. El motor es clave para el éxito.

Una de las claves de la motivación intrínseca tiene que ver con la curiosidad, algo que nos despierta el deseo de entender algo de lo que queremos saber más.

¿Qué estrategias nos ayudan a sostener el deseo de aprender?

1️⃣ Buscar intencionalmente y constantemente la conexión entre lo que vamos a enseñar y el mundo real.

2️⃣ Apuntar a un aprendizaje experiencial: que les suceda algo a los estudiantes poniendo el cuerpo, incluso en un Zoom. La motivación no tiene que ver con entretenerlos sino con generarles sentido, un interés genuino. 

3️⃣ Conectar el contenido con preguntas: ¿Cómo transformamos las preguntas fácticas en preguntas para pensar (analizar, crear, aplicar)? No hace falta una innovación sofisticada en el aula para poder transformar sino que hay que tratar de pensar qué nos intriga a nosotros como docentes de aquello que nos toca enseñar, por dónde impulsarlo para generar deseo.

4️⃣Enseñar a formular preguntas: ¿cómo les enseñamos a los estudiantes a hacerse sus propias preguntas? En las escuelas Innova Schools de Perú, por ejemplo, los estudiantes se arman un propio brazalete con preguntas. También podemos acudir a la rutina del “veo, pienso, me pregunto”, y a lo que se denomina ´playa de estacionamiento de preguntas´. Una vez por semana elegimos algunas de esas preguntas para contestar o para que los chicos investiguen en sus casas. Se trata de generar dispositivos para que esas preguntas sucedan. Muchas veces se le critica a la escuela dar respuestas a preguntas que nadie se hizo. Lo que queremos generar es que estas respuestas estén conectadas con preguntas que hagamos nosotros y sean interesantes o con preguntas que los estudiantes se puedan hacer.

5️⃣Conectar con el desafío y el juego: Muchas veces la tecnología ayuda a generar esta invitación al aprendizaje. Algunas maestras armaron videos en Tik Tok para invitar a sus alumnos a realizar una actividad o les enviaron un audio para generar un vínculo y dar feedback, generando cercanía afectiva (resaltar los logros y dar sugerencias para mejorar) es clave para seguir motivados”.

Melina Furman terminó su ponencia con una actividad denominada “Ticket de salida”, en donde los participantes de la charla contaron con entusiasmo en el chat qué se llevaban del encuentro para poder aplicar durante su tarea profesional en este desafío de “educar mentes curiosas”.


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